lunes, 7 de junio de 2010

En su paso por Argentina

Durante los cinco años que duró el viaje a bordo del Beagle, Darwin recopiló ejemplares, realizó investigaciones geológicas y tomó notas precisas de todo lo que pasaba a su alrededor. Si bien el Beagle tenía como misión cartografiar las costas que recorría y medir corrientes oceánicas, el naturalista recopiló gran parte de la información con la que dio sustento a su Teoría de la Evolución.

En sus variadas notas también hubo lugar para apreciaciones acerca de las sociedades que conocía: en Brasil criticó la esclavitud y en Australia, el colonialismo europeo. A propósito de los ‘indios patagones’, cuenta que lo recibieron “muy cordialmente”, y que, al subir al Beagle, “se portaron como verdaderos gentleman”. A propósito de los argentinos, hizo grandes distinciones entre los gauchos y los citadinos.

Se trata de personas sensuales y disolutas que se mofan de toda religión y practican las corrupciones más groseras; su falta de principios es completa.

Adrián Paenza, se pregunta qué tan distintos son esos argentinos a los actuales:

¿No era, acaso, que la corrupción era producto de la era de la globalización y de fines del siglo XX?
¿No era verdad que los héroes vivían en esas épocas?

El texto completo, acá:

http://higysalud.blogspot.com/2010/06/los-argentinos-segun-charles-darwin-en.html

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